Nueva Joyería
Fundada en 1933
D. Eufronio, natural de un pequeño pueblo de Soria y de tradición familiar joyera, decidió embarcarse en la aventura de abrir una joyería en pleno centro de Zaragoza.
Con una fachada racionalista, que continua hoy siendo la misma por estar catalogada, Nueva Joyería abrió sus puertas un miércoles Santo de 1933 en un año conflictivo políticamente y con numerosas huelgas generales, tres años más tarde empezó una guerra civil en España lo que no hizo sino reforzar las ganas y la fuerza por seguir apostando por este comercio con tanta magia en una calle tan emblemática como la calle Alfonso I.
Acabada la guerra empezaron las peregrinaciones para dar gracias a la Virgen del Pilar que se convirtieron en una tradición y, hoy en día, la Virgen del Pilar es admirada tanto por zaragozanos como por gente de todo el mundo.
Carlos hijo de Eufronio comenzó a trabajar en 1954. Después de la ya difícil tarea de arrancar un negocio en tan convulsos tiempos, Eufronio dejó paso a su hijo que lo hizo crecer tanto en producto como en calidad de las piezas, añadió alta joyería y exclusivos objetos de regalo. Esta labor de más de 60 años se ha visto compensada por la gran cantidad de premios y reconocimiento a su larga carrera.
Pero lo que reconoce a Nueva Joyería como una tienda de joyas diferente es el trato personalizado que Carlos ha querido que sea marca de identidad, así como la cuidada selección de género, siendo algunas de las piezas creaciones propias. Esta cercanía, amabilidad y amor por su trabajo ha creado una forma de vender que todas las personas que se acercan a la tienda reconocen al instante.
En 1998 la hija de Carlos se incorporó a nueva joyería. Marta venida del mundo del arte y con numerosas exposiciones y premios a sus espaldas intenta poco a poco dar un toque de modernidad de una forma tierna y amable como ha aprendido dentro de esta familia de gran tradición joyera.